Ya era hora de la muy debida entrega.
Me quede todavia en el primer dia de mi viaje.
Cuando llegamos al hotel descansamos un rato, y aunque la verdad es que estaba molido por todo el dia que nos acabamos de hechar, no podia esperar a volver a salir, asi que mis recuerdos del hotel no son muy divertidos, sino que mas bien, funcionan como una antesala para poder organizar mis recuerdos de la ciudad.
Salimos del hotel, y ahi enfrente de la Gare de Lyon volvimos a tomar el metro, hasta llegar a la Ile de St. Louis, la segunda y menos espectacular isla en medio del Sena. Ahi cenamos en el ya obligado para la familia Nuestros Ancestros los Galos, un restaurante curioso e interesante, en donde cenamos como Asterix y Obelix.
Muy chistoso, y con un ambiente muy medieval, fue una cena diferente y divertida.
Salimos de ahi ya tarde, y por falta de mi tripie, no pude tomar fotos de Paris de Noche, por lo menos no con la calidad que yo queria, por eso del tiempo de exposicion que se tiene que tener para no usar el flash.
Tambien hicimos una obligada caminata por los Campos Eliseos, una calle muy elegante y especial.
Caminamos un rato por Paris de noche, y despues regresamos al hotel.
Al siguente dia el plan era ir al Museo del hombre, y en la manana nos dirigimos ahi, pero la cola estaba enorme y preferimos caminar al lado del Sena en vez.
Mientras caminabamos, pude alcanzar ver de lejos varios monumentos y edificios que, por tan poco tiempo, no pude visitar tranquilamente, pero que pienso volver a visitar dentro de poco.
Vi el Panteon, Los Invalidos, el Puente Alejandro II, entre otros.
Finalmente hicimos un alto enla Place de la Concorde; en frente de las Tullerias, y Alex, Julian y yo, nos subimos a una rueda de la fortuna desde la cual teniamos una vista panoramica increible de los Campos Eliseos, y hacia el otro lado de los jardines de las Tullerias.
Despues de eso fuimos a Las Tullerias, en donde rapidamente recorrimos sus jardines y despues nos dirigimos a la Place Vendome, en donde todo estaba cerrado porque era domingo, pero de todas maneras pude apreciar.
Despues de eso caminamos hacia al Òpera de Paris, un edificio impresionante y muy ostentoso, del cual caminamos hacia el Palais Royal, residencia de Luis XVI antes de mudarse a Versalles.
Despues tomamos un merecido descanso de tanto caminar, y fuimos a comer a una Brasserie, en donde vimos un partido de rugby.
Despues de comer regresamos en metro al hotel, ya que los Vinci tenian que prepararse para el concierto.
Estuvimos ahi apenas unos 10 minutos y despues todos salimos, ellos hacia el concierto, y yo hacia la torre Eifel, en la cual vi anochecer mientras esperaba en la cola para subir.
Ahora, yo no se si todo mundo lo sabe, pero yo le tengo miedo a las alturas.
Los elevadores que me llevaron hasta el segundo piso y despues al tercero, son algo que se vio olvidado al estar observando la ciudad de noche.
Fuè algo impresionante, y me encantò subir hasta arriba.
Por ahi hay una foto tomada por una pareja muy amable mexicana, de mi hasta arriba, en mi photobucket.
Despues de bajar en uno de los ultimos viajes que hizo el elevador ese dia, y de hacer un osote al bajarme en el primer piso cuando todavia me faltaba uno de bajar, y haber tenido que tomar las escaleras y desafiar mi miedo a las alturas, caminè hacia Tròcadero, desde donde tenia una vista increible de la torre iluminada de noche, y tomè el metro hacia los campos Eliseos, en donde como buen turista me comi una hamburguesa mientras caminaba, y lo recorri de nuevo.
Finalmente regresè a la Gare de Lyon, en donde me volvi a encontrar a los Vinci y comi un pedazo de higado que muy amablemente me convidò Phillipe de su cena. Nunca mas lo pruebo. Ya cumplì mi cuota.
Ese, senores, fuè mi viaje relampago de Paris
mercredi 21 novembre 2007
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